sábado, 5 de mayo de 2012

La luciérnaga y la serpiente

                    Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga.

Ésta huía rápido con miedo de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.
Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía…
Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro dar este permiso a nadie, pero como te voy a devorar puedes preguntar – contestó la serpiente.
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? – preguntó la luciérnaga.
- No – contestó la serpiente…
- ¿Yo te hice algún mal? – dijo la luciérnaga.
- No – volvió a responder la serpiente.
- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
- ¡¡¡Porque no soporto verte brillar!!!

Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo, ni daño a nadie?
Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tú mismo, continúa y sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte… porque tu luz seguirá intacta.
Tu esencia permanecerá, pase lo que pase…..
¡Sé siempre auténtico, aunque tu luz moleste a los predadores!

1 comentario:

  1. muy cierto¡¡¡ y es que el q se emperra en hacerte mal lo intenta con todas sus fuerzas¡¡¡ en ti queda q lo consiga, bañase en aceite a diario, funciona¡¡¡

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