jueves, 20 de septiembre de 2012

Tu ejemplo cambia el mundo

¡Me gusta esta cita de Paulo Coelho!
"El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión"

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un toque celestial


Hoy he leído esta historia de Tim Reynolds, que, aunque es un poco más larga de las habituales que pongo, merece la pena leer. ¡Espero que os guste!
Había sido un día desalentador. Los médicos nos habían dado la peor de las noticias. A nuestra hija, que acababa de pasar su primera cirugía de cerebro para remover un tumor y estaba siendo sometida a radioterapia, ahora se le daba oficialmente un dos por ciento de probabilidad de sobrevivir ya que este tipo de cáncer no tenía cura.
Mi esposa y yo decidimos llevar a nuestra hija a almorzar antes de seguir con nuestras conversaciones en la tarde. Fuimos a un restaurante local donde nos sentamos en silencio esperando a la mesera. Nuestra hija Molly no podía entender tal tristeza o silencio así que jugaba alegremente con papel y crayones y mientras permanecíamos sentados mirando al piso.
Observé a una pareja muy anciana sentada a unos cuantos cubículos de distancia; ellos también en silencio sin hablar una palabra. No pude menos que preguntarme qué desafíos enfrentaban en sus vidas y si jamás habrían tenido que enfrentar una noticia tan terrible sobre uno de sus hijos.
Eventualmente ordenamos nuestro almuerzo y todavía sentados en silencio comimos lo que pudimos. En algún momento quedé intrigado por la anciana pareja y les observé más intencionalmente cada momento que pasaba. Pensé para mí que no se habían hablado el uno al otro todavía y me pregunté si sería la paz que disfrutaban o la comida, o tal vez ambas. Sin embargo, en algún punto perdí interés y enfoqué nuevamente sobre mi almuerzo.
Molly todavía hablaba consigo misma y disfrutaba su comida y su madre y yo ambos escuchábamos e intentábamos ser felices en su presencia pero no nos estaba yendo muy bien. De repente vi esta mano aparecer de la nada. Era enorme y podía verse que había sido afligido por la artritis. Los nudillos estaban hinchados y los dedos torcidos y fuera de alineación. No pude quitar mis ojos de esa mano. La mano se desplazó y aterrizó sobre la manita de mi hija de seis años y, al hacerlo, miré hacia arriba; era la anciana que había estado sentada con el anciano comiendo su almuerzo en silencio.
La miré a sus ojos y ella habló, pero no a mí. Miró a mi hija y simplemente susurró: “Si pudiera hacer más por ti lo haría”. Y entonces sonrió y se alejó para encontrarse con su esposo que se dirigía hacia la puerta.
Escuché un “Hey, miren, un dólar entero”. Molly habló emocionada al descubrir que la anciana había colocado un arrugado billete de un dólar en su mano. Miré y vi el billete de un dólar y rápidamente me di cuenta de que había sido dejado por la anciana. Levanté la mirada para agradecérselo pero ya se había ido. Quedé anonadado, sin estar seguro de qué había pasado y entonces miré a mi esposa. Casi al unísono, nos sonreímos. La tristeza del día había sido limpiada por la mano lisiada y toque generoso de una anciana.
El dólar, aunque emocionante para Molly, no fue lo que nos hizo sonreír o comenzar a sentirnos diferente; fue la dádiva de una anciana que sintió nuestro dolor y sufrimiento. La mano lisiada simbolizó un toque de sanidad y nos hizo darnos cuenta de que no teníamos que pelear esta batalla solos; que a otros les importaba y querían ayudar. Nos sentimos animados y pronto nuestro día se llenó de más pensamientos felices al gastar el resto de nuestro almuerzo planeando el día siguiente en casa con actividades divertidas para todos.
Nunca olvidaré esa lisiada y artítrica mano que nos enseñó tal importante lección. Uno no tiene que ir por la vida enfrentando dificultades solo; el mundo está lleno de gente compasiva y comprensiva. Aun aquellos que sufren de sus propias aflicciones tienen mucho que dar.
La mano que cubrió la de Molly aquel día todavía la cubre. Y aunque Molly ya no está con nosotros, puedo verla ahora tomada de la mano con aquella anciana, ambas manos perfectas y ambos rostros llenos de sonrisas.. Y aunque el Cielo tiene a estos dos perfectos ángeles ahora, las lecciones que ambas nos enseñaron permanecerán para siempre en mi corazón.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Controlando mi trabajo


Un joven muchacho entró apresuradamente dentro de una estación de servicio y le preguntó al encargado si tenía un teléfono público.
El encargado asintió con la cabeza. Seguro, allí está. 
El muchacho introdujo algunas monedas, marcó un número y esperó la respuesta. Finalmente alguien le contestó. 
-"Señor- dijo con voz profunda -¿podría serle útil un muchacho honesto, buen trabajador, para trabajar con usted?"
El encargado no pudo evitar oír la pregunta. Después de unos instantes, el muchacho dijo: 
-"Oh, usted ya tiene un muchacho joven, honesto y buen trabajador? Bueno, está bien. Igualmente gracias".
Con una amplia sonrisa de oreja a oreja, cortó la comunicación y volvió a su coche, cantando eufóricamente.
-"¡Eh, permíteme un minuto! -lo llamó el encargado de la estación-. No pude evitar escuchar tu conversación. ¿Por qué estás tan contento? Yo pensé que el hombre te había dicho que ya tenía a alguien y no te necesitaba".
 El muchacho sonrió. "Bueno, verá usted, yo soy el muchacho honesto y trabajador. ¡Estaba solamente controlando mi trabajo!"

Un abrazo...

¡¡Una gran verdad!!

jueves, 13 de septiembre de 2012

Salmón Ahumado Casero Estilo "Antonio"

En vista de que tengo un poso "abandonada" la sección de recetas, mi muy querido amigo Antonio quiere compartir esta con vosotros. Una vez más...¡¡mil gracias Antonio!! :) Recuerda que me "debes" la foto!!

¿La crisis está haciendo estragos en tu bolsillo?.
¿Te encanta el salmón ahumado pero te parece que está demasiado caro?.
No hay que preocuparse más. Siguiendo una receta que está al alcance de aquellos que puedan teclear en Google, y después de haberlo probado, puedo asegurar que degustar un buen lomo de salmón marinado es más sencillo que freir un huevo y 8 veces más económico que comprarlo hecho.

Necesitamos un par de lomos de salmón con su piel, teniendo en cuenta que cuanto más gruesos sean, menos se nos secará y más jugoso estará.
Un kilo de azúcar.
Un kilo de sal gruesa (pero no la gorda que se usa del pescado a la sal, algo intermedio, cercano a la textura del grano de azúcar).
Eneldo.

Se mezclan la sal y el azúcar a partes iguales (no hay necesidad de gastarlo todo, hay que calcular lo necesario para hacer un lecho y reservar para taparlo).
Se limpian bien los lomos de salmón y se le quitan todas las espinas.
Se echa un fondo de la mezcla de sal y azúcar en una fuente y se colocan los lomos con la piel hacia abajo.
Se espolvorea generosamente con el eneldo la parte de arriba del salmón.
Se cubren los lomos con otra capa de "salzúcar" y se tapa con un film transparente.
Se coloca algo de peso sobre la fuente (yo usé 2 bricks de leche).
Se guarda en el frigorífico durante 48 horas.

Cuando lo saquemos, le quitamos la piel a la parte que vayamos a consumir y se corta en lonchas a nuestro gusto. Se puede echar un chorrito de aceite, aunque no le hace falta.


Si te gusta más fuerte, puedes ponerle sal "ahumada" que le da ese sabor de otros salmones.

El resultado es sorprendente, no querrás volver a tirar del salmón de paquete.

Consejos prácticos para ser optimista

Hoy he encontrado estos sencillos consejos fáciles de aplicar, pero que pueden hacer la diferencia en un día cualquiera y un gran día:

jueves, 6 de septiembre de 2012

Dejar de comer azúcar


En una ocasión una abuela trajo su nieto a Mahamat Gandhi. El niño tenía un apetito insaciable por el azúcar lo cual estaba poniendo en peligro su salud.
“Por favor, ella suplicó a Gandhi, dígale a mi nieto que deje de comer azúcar, ya que se que él lo respeta mucho a usted, yo se que él le escuchará lo que usted le diga". Gandhi les pidió que se fueran y regresaran en cuatro días.
Cuatro días más tarde regresaron la abuela y el nieto. Gandhi mirando a los ojos al nieto de la señora le dijo con autoridad: ” Deje de comer azúcar, estás hiriendo tu cuerpo”.
Después de un breve silencio, la abuela le preguntó a Gandhi. Señor , por qué usted nos pidió esperar cuatro y regresar, si esto mismo lo hubiera dicho el día que vine?
Gandhi respondió: “Señora, hace cuatro días yo estaba comiendo azúcar y no podía hablarle con autoridad a su nieto. Ahora puedo, porque hace cuatro días dejé de comer azúcar”.

martes, 4 de septiembre de 2012

Sencillas reglas

La vida sería mucho más fácil si todos viviéramos con estas sencillas reglas:

  • si abriste, cierra
  • si encendiste, apaga
  • si conectaste, desconecta
  • si desordenaste, ordena
  • si ensuciaste, limpia
  • si rompiste, arregla
  • si no sabes arreglar, busca al que sepa
  • si no sabes que decir, cállate
  • si debes usar algo que no te pertenezca, pide permiso
  • si te prestan, devuelve
  • si no sabes como funciona, no toques
  • si es gratis, no lo desperdicies
  • si no es asunto tuyo, no te entrometas
  • si no sabes hacerlo mejor, no critiques
  • si no puedes ayudar, no molestes
  • si prometiste, cumple
  • si ofendiste, disculpate
  • si no sabes, no opines
  • si opinaste, hazte cargo
  • si algo te sirve, tràtalo con cariño
  • y aqui viene lo mejor… si no puedes hacer lo que quieres, trata de querer lo que haces.